La Alianza Charis llegó por primera vez a Norteamérica en 1718, cuando los refugiados religiosos huyeron de la persecución en Europa y buscaron la libertad en el Nuevo Mundo. A pesar del reto de adaptarse a las duras realidades de la vida como pioneros y colonos, los miembros de este grupo se multiplicaron a través de sus crecientes familias, así como de su alcance en las comunidades vecinas. En 1900, lanzaron una agencia misionera, conocida hoy como Encompass World Partners, que ha enviado a más de 700 trabajadores a tiempo completo a otros continentes para plantar iglesias, formar líderes y hacer el bien en las comunidades. Otras iniciativas con sede en Estados Unidos han enviado trabajadores a Canadá (1996), Haití (2005), Trinidad (2006) y las Bahamas (2011).
Actualmente, en Norteamérica y el Caribe hay unas 300 iglesias asociadas a la Alianza Charis, y 50 Puntos de Luz. Múltiples organizaciones de apoyo contribuyen a la salud de las iglesias tanto en el país como en el extranjero. Entre ellas se encuentran una universidad y un seminario, varios ministerios de plantación y renovación de iglesias, un ministerio de publicaciones, iniciativas para equipar a hombres, mujeres, jóvenes y niños, un ministerio de capellanes militares y Encompass World Partners. Los norteamericanos aportan a la Alianza Charis su experiencia, sus conocimientos en materia de formación y organización, y sus recursos financieros.