Cómo Empezamos: México
El Nacimiento del Movimiento en México
Los primeros misioneros que representaban a las iglesias de la Alianza Charis, llegaron a México en el año 1951. En ese entonces, el gobierno mexicano restringía a los misioneros a tener solamente visas de turista, permitiéndoles permanecer en México no más de seis meses. Como resultado, nuestros primeros misioneros realizaron la mayor parte de su trabajo a lo largo de la frontera entre California y Baja California. Identificaron las ciudades fronterizas más grandes como puntos de partida estratégicos debido a su mayor densidad poblacional y su proximidad a Estados Unidos.
Nuestros primeros misioneros en México fueron Walter y Alys Haag, y Roy y Dorothy Howard. Sus ministerios iniciales se desarrollaron en San Ysidro, California, con una casa anfitriona en Tijuana. Si bien tuvieron éxito, la misión era consciente de la necesidad inmediata de formar líderes mexicanos que no estuvieran limitados por las restricciones de visa. Como resultado, los misioneros priorizaron el desarrollo de un instituto bíblico junto con sus reuniones en hogares. Centrarse en establecer un instituto bíblico fue oportuno, ya que en 1953, a los Haag se les negó la entrada a Tijuana.
Que les negaran las visas no era lo ideal, pero nuestros misioneros perseveraron y encontraron la manera de cambiar de rumbo. Los Haag comenzaron a colaborar con la Cruz Roja, realizando viajes cortos a Tijuana para impartir clases de asistencia médica. Durante su estancia en Estados Unidos, ministraron regularmente a mexicanos detenidos en un centro de inmigración local. Mientras tanto, los Howard se mudaron a Calexico, California, un pueblo de mayoría mexicana, con el objetivo de desarrollar líderes mexicanos legalmente autorizados para entrar a México.
El crecimiento del movimiento en México
No pasó mucho tiempo antes de que Dios trajera nuevos compañeros para ayudar. Dorothy Robinson fue una gran incorporación, ya que era una maestra hispanohablante que se enfocaba en empoderar a líderes locales en la obra misionera. Dios también añadió a Sibley y Willadean Edminston, quienes vivían en Laredo, Texas, y cruzaban la frontera con frecuencia para ministrar en Nuevo Laredo, México. Finalmente, Dios guió a los Edminston a servir en el estado mexicano de Guanajuato. Si bien la labor de estos misioneros dio fruto, continuaron orando para que la misión llegara más lejos en México.
Dios respondió a esas oraciones guiando a Phil y Amy Guerena a traer la Alianza Charis a la Ciudad de México. Dios los había equipado perfectamente para la tarea, ya que Phil era hijo de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos y Amy era hija de misioneros estadounidenses que ayudaban a los nativos americanos en Montana. Dios infundió en esta pareja el deseo de servir en el ministerio intercultural, y su ministerio se centró en estudiantes universitarios. Ese ministerio continuó más allá de ellos a través de Sergio López, quien llegó a seguir a Jesús a través de su ministerio.
El llamado a la oración y al apoyo
Hoy, la Alianza Charis cuenta con 30 iglesias y 15 puntos de luz en México. Su iglesia nacional es miembro fundador de la Alianza Charis.
Así es como puedes orar por nuestras iglesias en México:
Si bien nuestro movimiento en México es fuerte, nuestras iglesias allí a menudo operan de forma independiente. Pide a Dios que las ayude a trabajar de forma más interdependiente entre sí y con nuestras iglesias Charis en otros países.
Oremos para que nuestras iglesias en México funcionen como un equipo de capacitadores y plantadores que cooperen financieramente para enviar misioneros a nivel nacional e internacional.
¡Gracias por celebrar todo el increíble trabajo que Dios ha estado haciendo a través de nosotros en México por más de 70 años!