Conozcan a la familia: Cristina de Robaina (Uruguay)
Me llamo Cristina Fernández de Robaina y vivo en Uruguay, donde asisto a la Iglesia de la Esperanza, la iglesia de la Alianza Charis en Montevideo. Durante 42 hermosos años estuve casada con mi esposo, Sergio, pero él ya se ha ido a casa para estar con Jesús. Juntos ministramos a matrimonios y él también sirvió como anciano en nuestra iglesia. Tenemos tres hijas y siete nietos.
Mi versículo bíblico favorito es el Salmo 119:105, que dice: «Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino».
Si alguna vez han intentado caminar en la oscuridad, sabrán lo reconfortante que es tener una luz que ilumine el camino para poder ver y evitar obstáculos. La luz guía y muestra el camino a seguir sin lastimarse. La Biblia siempre ha sido esa luz para mí, iluminando mi camino. Su luz me permite dar pasos seguros en la dirección correcta sin temor a caer. Su Palabra me ayuda a discernir entre el bien y el mal, entre la verdad y la mentira. Su luz ilumina mi corazón, ayudándome a tomar decisiones sabias. Siempre que atravieso momentos difíciles de aflicción o angustia, la Palabra de Dios me guía a un lugar de seguridad, consuelo y comunión con Él.
Aferrarme a Su Palabra me ha evitado tropezar o desviarme de los caminos de Dios. Si no tuviera Su Palabra para guiarme, estoy segura de que mi vida estaría llena de mucha más tristeza, desaliento y soledad.
Y cuando pierdo el rumbo, la Palabra y el Espíritu de Dios actúan como mi brújula, señalándome de regreso a Jesús, quien es «el camino, la verdad y la vida».
Pero si queremos disfrutar plenamente de la luz que nos ofrece la Palabra de Dios, necesitamos SABER lo que dice. Necesitamos permitir que sus palabras llenen nuestra mente y nos enseñen cuál es Su voluntad en cada situación de nuestra vida. A mis 64 años, mi reto para la próxima generación es este: lean la Biblia y dejen que transforme su corazón y su mente para que puedan vivir según ella y cumplir el propósito de Dios para sus vidas.