Personas que inspiran: Aldo Nunes (Brasil) 

Aldo de Carvalho Nunes fue un hombre cuya vida ejemplificó una fe inquebrantable, un amor profundo y una extraordinaria dedicación a la causa de Cristo. Nació en Barcarena, Estado de Pará, Brasil. Su camino de fe comenzó a los 17 años, cuando un simple panfleto con las palabras de Juan 3:16, cambió su vida para siempre. Esas palabras —«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna»— le traspasaron el corazón y plantaron la semilla que se convertiría en una vida de servicio. 

Con Regina su esposa, que estuvo a su lado durante 51 años, Aldo crio a una familia de cinco hijos y nueve nietos, modelando el amor de Cristo tanto en su hogar como en su ministerio. Como pastor, Aldo se dedicó a predicar el evangelio y a compartir a Jesús con su comunidad. Fue conocido por su valentía, humildad y profunda pasión por compartir el amor transformador de Dios. Su mensaje fue claro: el amor de Dios es incondicional, y esta verdad debería impulsar a los creyentes a difundir la buena nueva. 

Incluso cuando Aldo enfrentó uno de los mayores desafíos de su vida —su batalla contra el cáncer de estómago— su fe nunca flaqueó. A los 77 años, tras varias sesiones de quimioterapia y una extirpación completa del estómago, continuó compartiendo el amor de Dios con los demás, dando testimonio de la gracia milagrosa que lo sostenía. "Dios obró un milagro en mí; en ningún momento sentí dolor, solo molestias. ¡Dios es MARAVILLOSO!", declaró Aldo, agradeciendo las oraciones y el apoyo de su familia de la iglesia. 

Para Aldo, el mensaje de Juan 3:16 fue una fuente constante de paz, brindándole fortaleza y consuelo incluso en sus últimos días. Saber que la voluntad soberana de Dios es buena, perfecta y eficaz, le dio seguridad en cada adversidad. 

Las sabias palabras de Aldo a la generación más joven fueron sencillas pero profundas: "¡Prediquen el evangelio mientras aún hay tiempo! Sean fieles a Dios y a la denominación". Creía en la urgencia del evangelio y en la importancia de mantenerse fiel a la misión, sin importar el costo. 

El 5 de junio de 2024, pocos días después de compartir su historia, Aldo Nunes partió con el Señor. Aunque ya no está con nosotros, su legado de devoción al evangelio continúa inspirándonos a todos. Su vida es un poderoso recordatorio de que el amor de Dios trasciende las circunstancias y que su llamado a difundir el evangelio es más urgente que nunca. 

El recuerdo de Aldo perdura en los corazones de quienes lo conocieron, y su vida seguirá inspirando a generaciones dentro y fuera de la Alianza Charis. Que todos sigamos su ejemplo de fidelidad, confiando en el Dios que nos ama sin medida. 

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